Presencia diocesana en la

Ultreya Nacional de Toledo

La Ultreya Nacional "ha sido un encuentro largamente esperado y en ella se han podido compartir experiencias entre las 42 diócesis participantes en el evento"

 

 

Vigilia de la Ultreya Nacional / Foto: Cursillos de Cristiandad
Vigilia de la Ultreya Nacional / Foto: Cursillos de Cristiandad

El fin de semana del 30 abril al 1 de mayo se celebró, catorce años después, la VIII Ultreya Nacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, esta vez en Toledo, con la asistencia de cursillistas de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. En algunos de nosotros venían a la memoria imágenes y flashes de la Ultreya Nacional vivida en Guadalajara aquel 19 de abril de 1.997, hace ahora 25 años.

 

La Ultreya Nacional «ha sido un encuentro largamente esperado y en ella se han podido compartir experiencias entre las 42 diócesis participantes en el evento. El Espíritu Santo ha estado grande con cursillos, ha derramado su Gracia sobre este bendito movimiento, impulsándolo a seguir anunciando la Buena Nueva y a hacer vida el mensaje de amor y salvación de Nuestro Señor Jesús», ha informado Cursillos de Cristiandad en un comunicado.

 

Bajo el lema ‘Volvamos a Galilea’, se ha vivido «una inolvidable vigilia de oración que nos hizo sentir cuanto nos ama Jesús y cuanto flaqueamos en su seguimiento; pero también sabemos, que permanece siempre a nuestro lado y nos infunde el deseo de volver a Galilea, dejarnos abrazar por su amor y misericordia y entregar la vida a la misión de llevar su luz y alegría a los demás».

 

La ponencia de Álvaro Martínez Moreno, presidente nacional, interpeló a los cursillistas «a ser valientes, a arriesgar, a testimoniar desde la vida que lleva cada cual, unidos a nuestra comunidad que no puede estar formada por personas con miedo o tristeza, sino personas con esperanza y alegría, pues toda entrega por Cristo nos devuelve la esperanza del triunfo».

 

La Ultreya trajo a la memoria de cada uno de los asistentes, «el recuerdo de su Galilea particular y permitió gozar de los testimonios de numerosas diócesis y testimonios de todos los grupos interdiocesanos». El acto concluyó con una Eucaristía presidida por el consiliario, arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.

 

 

Todos los presentes, volvieron a sus respectivas diócesis «con el compromiso de hacer partícipes a las personas de sus ambientes de la ilusión, la esperanza y la alegría de Jesús Resucitado, de todo lo vivido en esta deseada VIII Ultreya Nacional de Toledo».